martes, 29 de mayo de 2018

Cuerpo escombro.

Se me ha desperdigado el cuerpo.

Descansa una mano sobre la cama y la otra en el horno,
los ojos en la ventana
(por si me ven huir).

Una pierna apunta al norte
la otra al sur
(y no me duele).

Es mi cuello el péndulo en el reloj que cuenta el tiempo que me queda;
la lengua pegada al corazón
(por el hielo).

Los cabellos enredados son uno con el desagüe
y está mi piel convertida en polvo acumulado de reliquias que aún recuerdo.

Soy un escombro
y me enfrento al espejo
que no me abarca
que no me encuentra.
Le digo: "se me ha desperdigado el cuerpo"
contesta: "se te ha desperdiciado el cuerpo".

Soy un escombro
me sitúo frente al fuego
y me reconozco.

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