martes, 10 de octubre de 2017

Quiebro.

Yo quería escribir un soneto.
Quería ver lo hermoso del mundo
y contarlo en todas las artes
a todos los cuerpos que escuchan.

He mirado un futuro brillante,
una luna azul
junto a un sol amarillo sobre los tejados.

Soñé la incertidumbre
y la enfrenté:
cuando me faltaron las fuerzas
mantuve las ganas.

Tuve las posibilidades a mi alcance,
los caminos sin asfaltar esperándome.
He deseado crear lo bello
mas la destrucción me salió al paso.

Me he quebrado
y no hay un suelo de certezas del que recoger mis trozos.

Estoy perdida
entre todo lo que no puedo decir
y lo que no quiero escucharme.

No sobreviví al tercer día
y no conseguiré hacerlo ahora
sola
sin más corazón que aquel destrozo oxidado
sin más palabras que esas en las que no creo
sin más aliento que este llanto intoxicado.

Yo,
que he confiado en el mañana,
hoy únicamente pido que cuando me llegue la muerte
no duela mucho a los míos,
y que no tarde.

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